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Down the RABBIT-HOLE

¡Me encanta crear! Cada vez que las musas logran alcanzarnos, en estos días ajetreados en los que no nos detenemos a mirar el cielo, demandan creación, piden arte.


"Amanita muscaria" Collage digital, por Begoña Alarcón para Numero21 (2021).

 

Hace un par de meses, sin solicitar la presencia de las musas (porque claro que cuando las buscas jamás llegan), me encontraron jugando mientras digitalizaba uno de mis grabados favoritos. Mi pensamiento divagando entre viajes y experiencias, libros leídos y la torre de ellos que está sobre mi escritorio aun por leer. Mi imaginación deambulaba tanto que pronto caía, cada vez más profundo, en la madriguera infinita de un conejo. Una espiral eterna de preguntas sin respuesta. Llena de imágenes surrealistas, sonidos indescriptibles y un naranja intenso que me absorbía cada vez más.


Atravesé entre hongos, duendes y campos de flores. La luna, la intensidad del color y la abstracción del entorno en mis pensamientos. Vi pasar la torre de libros que todavía está sobre mi escritorio (sí, aun por leer). Y vi a Alicia, no a Alicia per se, sino su libro entre muchos tantos apilados en la torre. Y la madriguera del conejo, infinita. ¿Cómo sería Alicia si existiera en este momento de la historia? Es lo único en lo que pensé al terminar mi viaje por el agujero.


Pues, eso es lo que plasmo en la obra. Aquí el fragmento de esa gran obra literaria en la que se inspira el collage:


Así pues, estaba pensando (y pensar le costaba cierto esfuerzo, porque el calor del día la había dejado soñolienta y atontada) si el placer de tejer una guirnalda de margaritas la compensaría del trabajo de levantarse y coger las margaritas, cuando de pronto saltó cerca de ella un Conejo Blanco de ojos rosados.

No había nada muy extraordinario en esto, ni tampoco le pareció a Alicia muy extraño oír que el conejo se decía a sí mismo: «¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Voy a llegar tarde!» (Cuando pensó en ello después, decidió que, desde luego, hubiera debido sorprenderla mucho, pero en aquel momento le pareció lo más natural del mundo). Pero cuando el conejo se sacó un reloj de bolsillo del chaleco, lo miró y echó a correr, Alicia se levantó de un salto, porque comprendió de golpe que ella nunca había visto un conejo con chaleco, ni con reloj que sacarse de él, y, ardiendo de curiosidad, se puso a correr tras el conejo por la pradera, y llegó justo a tiempo para ver cómo se precipitaba en una madriguera que se abría al pie del seto.

Un momento más tarde, Alicia se metía también en la madriguera, sin pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir.


Y así, cada vez que visitan las musas (tan de repente y sin avisar), es como me siento al realizar una obra. Cayendo por la madriguera del Conejo, de prisa y sin detenerme a considerar cómo me las arreglaré después para salir.


Live artfully!

-Bego


Dentro de la nuestro collage se muestra nuestro #grabado "Hongos", lo puedes encontrar aquí: https://www.numero21.shop/product-page/hongos #hechoamano


Y en honor al Conejo Blanco (nuestro personaje favorito de la historia), hemos creado un reloj con la imagen de "Hongos" ¡Encuéntralo a través de Society6!





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